viernes, 11 de septiembre de 2015

Algunas sugerencias para superar la timidez.

Podemos definir la timidez como una sensación de incomodidad que experimenta la persona cada vez que se expone a situaciones sociales. Esta sensación de disgusto les impide disfrutar de sus relaciones y desarrollar sus habilidades interpersonales. La timidez puede variar su intensidad de unas personas a otras. Habrá personas que simplemente se sientan incómodas en algunas situaciones sociales como estar en grupos  grandes o tener que hablar en público pero pueden desenvolverse en sociedad de una manera que no interfiere con su vida. Para otras, la timidez puede dificultarles el conseguir y mantener amistades o una pareja o hacer que no se sientan a gusto en el trabajo, con lo que su vida se verá muy condicionada por este sentimiento. En casos extremos, las personas pueden llegar a sentirse aterrorizadas ante cualquier situación social. Este terror puede llegar a paralizarlas, causar sudoración y temblores y ataques de ansiedad. Estos casos extremos se diagnostican como fobia social.
En general, podemos decir que una persona tímida se encontrará incómoda en las situaciones sociales (sobre todo en las que supongan una novedad) e intentará evitarlas o, si no es posible, pasar inadvertida. La causa de este comportamiento es el sentimiento de inferioridad y la baja autoestima que sienten las personas tímidas. Al tener miedo a hacer o decir algo que vaya a provocar el rechazo de los demás, prefieren evitar exponerse a esas posibles críticas, permaneciendo inactivos y callados y manteniéndose al margen.
Esta conducta puede hacer que muchas personas consideren a los tímidos como menos inteligentes, pasivos, faltos de ideas… Muy al contrario, la gente tímida suele tener una gran vida interior y muchas ideas que les gustaría comentar y poner en práctica, pero no pueden hacerlo por el temor que sienten a quedar en ridículo o ser rechazados.

La mayoría de personas tímidas (70%) creen que lo son a causa de circunstancias externas, como un exceso de control por parte de sus familias, haber sido tratadas de forma autoritaria o sobreprotectora, o haber sufrido bullying en su niñez. No hay que confundir la timidez con la introversión, ya que éste último concepto alude a unas bases biológicas de la personalidad, mientras que la timidez sí que suele representar un problema a la hora de relacionarse con otras personas. 
El 25% atribuye su timidez a sus causas internas, como la pobre autoimagen. Por suerte, el 85% de las personas tímidas son optimistas en poder mejorar su problema si se lo proponen. 
La timidez, así como cualquier otro problema, precisa de consejos y seguimiento profesional, pero en los casos leves hay algunos consejos que te pueden ayudar a superarla. 
1). No seas tan duro/a contigo mismo. 
No te exijas tanto cuando estés rodeado de personas y creas que tus aportaciones no salen como querías. No te preocupes. La mayor parte de tus juicios no se basan en los hechos sino en pensamientos negativos que has aprendido sobre lo que debería ser una conducta social óptima. La perfección no existe.
2). Responde a las situaciones sociales de forma auténtica.
No seas reactivo a ellas. No trates de imponer una actitud o conducta que no estás sintiendo realmente. Ríe si te hace gracia algo, no por compromiso. Habla si quieres hablar, no porque la situación lo exija.
3). Cuando te dispongas a decir algo o hacer un
movimiento… Lleva al límite las creencias que tú mente te envía. 
Muchas creencias son limitantes, a veces hay que arriesgarse a entablar esa conversación que tanto miedo (mejor dicho: emoción) te genera. 
4). Aprende y no tengas miedo a hacer pasos hacia conductas nuevas en las situaciones sociales.
La realidad debe ser concebida, en cierto modo, como un banco de pruebas. Experimenta, no hay nada más estimulante que probar cosas, aunque salgan “mal”. En realidad, son aprendizajes y experiencias únicas que te llevas: estás sembrando semillas que tarde o temprano darán sus frutos. 
5). Puedes practicar nuevas conductas sociales con gente de confianza… hasta que vayas habituándote.
Mantén contacto visual, desarrolla tú lenguaje corporal, expresa tus ideas y emociones… Poco a poco te irás sintiendo más cómodo e irás ampliando tú radio de acción. 
6). Si has estado evitando hacer algo, puedes escribir lo que vayas a decir …y ensayar la interacción frente al espejo hasta que te sientas cómodo/a. 
Sin obsesionarse: recuerda que los fracasos deben ser entendidos como éxitos, puesto que te reportan aprendizajes que te ayudarán en el futuro.
7). Reúnete con grupos …cuyos intereses coincidan con los tuyos y prueba a hablar con gente nueva.
Podrás entablar conversaciones en las que puedes aportar mucho, y quizá a partir de ahí te será más fácil pasar al terreno personal con tus interlocutores. 
8). No te preocupes por la aceptación social … practica tú actividad y no tengas miedo de ser más espontáneo. 
En realidad, ser espontáneo es algo muy positivo, y si lo eres ten por seguro que los demás lo valorarán. Di lo que piensas con honestidad y asertividad. 
9). Habitúate a hablar delante de más gente … en las situaciones que puedas sentirte más cómodo.
Aunque no te des cuenta, te estarás entrenando y tú cerebro irá asimilando que hablar delante de otras personas no supone ningún riesgo; no hay nada que temer. 
10). Si te sientes nervioso y tímido, puedes recordar …que hay grandes personajes de la historia que superaron su timidez. 
Aunque sea costoso, la timidez no va a ser un obstáculo para conseguir tus metas personales y profesionales.

Esteban Crespo Almara. 

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