lunes, 18 de julio de 2016

El Acompañante Terapéutico, ¿Qué es? y algunas de sus funciones.

El Acompañante Terapéutico es un agente de salud mental formado en conocimientos básicos de Psicopatología, con conceptos generales de Psicología. El Acompañante Terapéutico acompaña al paciente en sus crisis y diferentes fases del proceso. El Acompañante Terapéutico, lo ayuda a sostener o restablecer los vínculos de su entorno, familiar, social, laboral, mediando, previniendo o acompañando las situaciones de roce que se presentan en su vida cotidiana, para favorecer así una red de contención familiar que no solo ayuda a su recuperación, sino que evita la cronificación y posterior estigmatización social.

1) Contener al paciente: La contención es fundamental y constituye la primera función del Acompañante Terapéutico, cualquiera sea el momento del proceso en que se hallen los pacientes. El Acompañante Terapéutico se ofrece como sostén, auxiliando al paciente en su imposibilidad de delimitarse a si mismo. Acompaña y ampara al paciente en su desvalimiento, su angustia, sus miedos, su desesperanza, e incluso en aquellos momentos de mayor equilibrio…

2) Ofrecerse como referente: El Acompañante Terapéutico es para su paciente un "referente”, incluyéndose como tercero. Cuando hablamos de "terceridad”, lo hacemos aludiendo a un posicionamiento del Acompañante Terapéutico que opera en el vínculo a la manera de organizador psíquico que lo ayuda a regularse…

3) Ayudar a "reinvestir”: En virtud del grado de vulnerabilidad del Yo en las psicosis, el Acompañante Terapéutico se ofrece a la manera de un "organizador psíquico” capaz de intervenir operativamente y decidir por el paciente en aquellos ordenes donde éste no es aun capaz de hacerlo por si mismo. Asume por momentos funciones que "el Yo del paciente”, por estar comprometido y debilitado por la enfermedad, no puede desarrollar…

4) Registrar y ayudar a desplegar la capacidad creativa del paciente: La canalización de las inquietudes del paciente cumple un doble objetivo: sirve para liberar la capacidad creativa inhibida y tiende a la estructuración de la personalidad alrededor de un eje organizador. Al proponer y ayudar a investir tareas acordes con los intereses del paciente, se lo ayuda a reencontrarse con la realidad y se promueve y refuerza en el la noción de proceso, opuesta a la concepción mágica del tiempo y el espacio, cuyo rasgo distintivo es la dilución en la inmediatez y la negación de lo procesual…

5) Aportar una mirada ampliada del mundo objetivo del paciente: El Acompañante Terapéutico dispondrá de información ampliada sobre su modo de discurrir en ámbitos diversos, sobre los vínculos que mantiene con los miembros de la familia, el tipo de personas con las que prefiere relacionarse, las emociones que lo dominan. Registrará también conductas llamativas de la vida diaria en relación a la alimentación, el sueño, higiene personal…todo ello contribuirá a una mejor evaluación de las alternativas a la hora de trazar una estrategia clínica…

¿QUIEN NECESITA UN ACOMPAÑANTE TERAPÉUTICO?

Lo que padecen:
Trastornos psicóticos (Paranoia, esquizofrenia, melancolía, cuadros bipolares).
Trastorno del estado del ánimo.
Depresiones.
Bipolaridad.
Trastornos de ansiedad.
Fobias.
Drogadependencia.
Trastornos de la conducta alimentaría.
Bulimia.
Anorexia.
Trastornos de la personalidad.
Alteraciones severas de la conducta en la infancia.
Enfermedades psíquicas y discapacitantes en la infancia-adolescencia.
Patología psiquiatrica y neurológica del adulto y de la vejez, por ejemplo: neurosis obsesiva, Histeria, Neurosis de angustia (ataques de pánico). 
Afecciones clínicas (pacientes oncológicos, pacientes terminales o con discapacidad general, motores y/o psicológicos).

El acompañante terapéutico no tiene como función vigilar ni controlar de manera coercitiva y menos aún punitiva, al paciente a su cuidado


Esteban Crespo Almara.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario