Son emociones negativas, todo aquel sentir interior que lo arrastra a uno hacia el lodo, hacia el lado oscuro y atroz de uno mismo(muchas veces actuando en obra o pensamiento desagradable).
La energía emocional negativa se encuentra prácticamente en todos lados. La encuentras cada vez que hallas a alguien que se queja continuamente de su vida o de la demás, cuando una persona intenta manipularte para que antepongas sus necesidades a las tuyas o cuando alguien descarga sobre ti su ira, dificultades o resentimiento.
La energía emocional negativa, también es toda aquella que nos quita la alegría, que nos roba el gozo, el regocijo, la fuerza y el empuje y que termina desmotivándonos o haciendo que nos pongamos mal, ya sea porque nos deprimimos, nos ponemos ansiosos o nos enfadamos por todo. Trágicamente, todos los días estamos expuestos a esa energía emocional negativa. Esta nos llega a través de las reacciones emocionales de las personas que nos rodean o incluso mediante los medios de comunicación, por los mensajes que transmiten.De hecho y por lo común, en una sociedad como está, es difícil mantenerse alejados de ese tipo de energía negativa.
El principal problema es que sino somos conscientes de ella y la absorbemos, terminará produciéndo un efecto acumulativo, que resulta muy dañino para nuestro equilibrio emocional, psíquico y físico. Por eso, es fundamental aprender a lidiar con la energía emocional negativa, de forma que no nos dañe o que su influencia sea lo más mínima posible.
Hay personas que logran lidiar con esa negatividad y mantener una actitud positiva. ¿Usted será algunas de estas personas? Algunos tic para luchar contra la Energía Emocional Negativa:
1. Crear felicidad dentro de uno mismo. No, basar su felicidad en las personas ni circunstancias externas. De esta forma, se logra que los demás no nos arruinen el estado de ánimo, buscar la alegría, socego y la paz dentro de uno mismo. (La felicidad es momentánea)
2. Tener un pensamiento positivo. No se trata de ser optimistas ingenuos, sino de saber encontrar lo positivo en la adversidad, aprender a
mirar las situaciones de diferente formas positivas. Las personas que piensan de manera más positiva pueden y suelen darle la vuelta a las situaciones negativas, impidiendo que estas las desestabilicen emocionalmente y psíquicamente.
3. Evitar la impulsividad. Las personas “inmunes” a la energía emocional negativa no reprimen sus emociones ni las esconden, pero son capaces de dominar su impulsividad, permitiendo que predomine la reflexión y la conciencia. De esta forma, no caen en la tela de araña que suelen crear los manipuladores o las personas agresivas. Asi se lograra evalúar concienzudamente el próximo paso, priorizando nuestra estabilidad emocional sobre todas las cosas.
4. Aceptar el fracaso. La energía emocional negativa no solo proviene de los demás, sino también de nuestro interior. Por eso, es fundamental no alimentar la frustración y aceptar el fracaso o los errores como parte de la vida, como pasos necesarios hacia el crecimiento. Se trata de aceptar los reveses sin derrumbarse, recomponerse y seguir adelante, sin perder el empuje, pensando que cada vez que caigas, estarás más cerca de tú meta.
5. No, buscar la aprobación. Cuando tú vida gira en torno a la aprobación de los demás, cedes el control de tus emociones y permites que las opiniones de quienes te rodean sean las que dicten tu estado de ánimo. Por supuesto, no podemos desligarnos completamente de las opiniones de los demás, pero debemos impedir que nuestra autoestima y humor dependan de las buenas o malas críticas. Las personas “inmunes” a la energía emocional negativa son aquellas que no buscan la aprobación de los demás pues son conscientes de que una opinión siempre es una visión parcializada, que no les representa en su totalidad.
6. Pensar que siempre hay una solución. Es cierto que en ocasiones la vida resulta difícil vislumbrar una salida, pero siempre hay que ser conscientes de que, aunque no logren vislumbrar la solución, esta existe y, tarde o temprano, lograrán encontrarla. De esta forma pueden mantenerse positivas incluso en la adversidad, y logran mantener la mente abierta ante las nuevas oportunidades, dispuestos a aprovecharlas cuando se presenten.
7. Asumir nuestra responsabilidad. Las personas que no se dejan contagiar con la energía emocional negativa son aquellas que no se culpan, sino que asumen su cuota de responsabilidad. De esta forma, tanto si tienen éxito como si fracasan, son conscientes de que sus decisiones, actitudes y comportamientos son los que las han llevado hasta ese punto. Al asumir esta perspectiva, tendremos un mayor control sobre la vida y una mayor sensación de satisfacción que mantiene a raya la negatividad.
8. Creer en uno mismos. La sociedad o algunas personas se encargará de darte mil razones por las cuales detenerte, tendrás que encontrar mil y una para avanzar. Para combatir la energía emocional negativa, tanto la que proviene de los demás como de tus propias inseguridades y miedos, no hay nada mejor que crear y fomentar la confianza en uno mismo, para lo cual es necesario buscar continuamente razones para creer en tus potencialidades, habilidades y fuerzas.
9. Relajación. La relajación es fundamental porque nos permite aliviar las tensiones y evitar que estas se acumulen hasta el punto que lleguen a dañarnos. Es fundamental dedicarle un tiempo al descanso y la relajación, que actúan como la corriente de un río, arrastrando a su paso la negatividad.
10. Crean un entorno positivo. Por muy resistente y emocionalmente estables que seamos, si nos rodeamos de personas negativas, es difícil que no terminen contagiándonos. Por eso, es importante limpiar nuestro entorno y asegurarnos de que pasemos la mayor cantidad de tiempo posible con personas positivas, que nos aportan algo, no con personas que se lamentan continuamente, que son pesimistas y que explotan ante cualquier cosa. Piensa en tus relaciones interpersonales como en un jardín y cultiva solo aquellas que realmente te hacen sentir bien.
A tener en cuenta:
Algunas personas reaccionarán a la absorción de Energía Emocional Negativa con ataques de pánico, parálisis del sueño, depresión, estrés y ansiedad, atracones de comida y síntomas físicos imposibles de diagnosticar. Si sufres de un síndrome de fatiga crónico, es posible que padezcas de una sobrecarga emocional.
Esteban Crespo Almara.
La energía emocional negativa se encuentra prácticamente en todos lados. La encuentras cada vez que hallas a alguien que se queja continuamente de su vida o de la demás, cuando una persona intenta manipularte para que antepongas sus necesidades a las tuyas o cuando alguien descarga sobre ti su ira, dificultades o resentimiento.
La energía emocional negativa, también es toda aquella que nos quita la alegría, que nos roba el gozo, el regocijo, la fuerza y el empuje y que termina desmotivándonos o haciendo que nos pongamos mal, ya sea porque nos deprimimos, nos ponemos ansiosos o nos enfadamos por todo. Trágicamente, todos los días estamos expuestos a esa energía emocional negativa. Esta nos llega a través de las reacciones emocionales de las personas que nos rodean o incluso mediante los medios de comunicación, por los mensajes que transmiten.De hecho y por lo común, en una sociedad como está, es difícil mantenerse alejados de ese tipo de energía negativa.
El principal problema es que sino somos conscientes de ella y la absorbemos, terminará produciéndo un efecto acumulativo, que resulta muy dañino para nuestro equilibrio emocional, psíquico y físico. Por eso, es fundamental aprender a lidiar con la energía emocional negativa, de forma que no nos dañe o que su influencia sea lo más mínima posible.
Hay personas que logran lidiar con esa negatividad y mantener una actitud positiva. ¿Usted será algunas de estas personas? Algunos tic para luchar contra la Energía Emocional Negativa:
1. Crear felicidad dentro de uno mismo. No, basar su felicidad en las personas ni circunstancias externas. De esta forma, se logra que los demás no nos arruinen el estado de ánimo, buscar la alegría, socego y la paz dentro de uno mismo. (La felicidad es momentánea)
2. Tener un pensamiento positivo. No se trata de ser optimistas ingenuos, sino de saber encontrar lo positivo en la adversidad, aprender a
mirar las situaciones de diferente formas positivas. Las personas que piensan de manera más positiva pueden y suelen darle la vuelta a las situaciones negativas, impidiendo que estas las desestabilicen emocionalmente y psíquicamente.
3. Evitar la impulsividad. Las personas “inmunes” a la energía emocional negativa no reprimen sus emociones ni las esconden, pero son capaces de dominar su impulsividad, permitiendo que predomine la reflexión y la conciencia. De esta forma, no caen en la tela de araña que suelen crear los manipuladores o las personas agresivas. Asi se lograra evalúar concienzudamente el próximo paso, priorizando nuestra estabilidad emocional sobre todas las cosas.
4. Aceptar el fracaso. La energía emocional negativa no solo proviene de los demás, sino también de nuestro interior. Por eso, es fundamental no alimentar la frustración y aceptar el fracaso o los errores como parte de la vida, como pasos necesarios hacia el crecimiento. Se trata de aceptar los reveses sin derrumbarse, recomponerse y seguir adelante, sin perder el empuje, pensando que cada vez que caigas, estarás más cerca de tú meta.
5. No, buscar la aprobación. Cuando tú vida gira en torno a la aprobación de los demás, cedes el control de tus emociones y permites que las opiniones de quienes te rodean sean las que dicten tu estado de ánimo. Por supuesto, no podemos desligarnos completamente de las opiniones de los demás, pero debemos impedir que nuestra autoestima y humor dependan de las buenas o malas críticas. Las personas “inmunes” a la energía emocional negativa son aquellas que no buscan la aprobación de los demás pues son conscientes de que una opinión siempre es una visión parcializada, que no les representa en su totalidad.
6. Pensar que siempre hay una solución. Es cierto que en ocasiones la vida resulta difícil vislumbrar una salida, pero siempre hay que ser conscientes de que, aunque no logren vislumbrar la solución, esta existe y, tarde o temprano, lograrán encontrarla. De esta forma pueden mantenerse positivas incluso en la adversidad, y logran mantener la mente abierta ante las nuevas oportunidades, dispuestos a aprovecharlas cuando se presenten.
7. Asumir nuestra responsabilidad. Las personas que no se dejan contagiar con la energía emocional negativa son aquellas que no se culpan, sino que asumen su cuota de responsabilidad. De esta forma, tanto si tienen éxito como si fracasan, son conscientes de que sus decisiones, actitudes y comportamientos son los que las han llevado hasta ese punto. Al asumir esta perspectiva, tendremos un mayor control sobre la vida y una mayor sensación de satisfacción que mantiene a raya la negatividad.
8. Creer en uno mismos. La sociedad o algunas personas se encargará de darte mil razones por las cuales detenerte, tendrás que encontrar mil y una para avanzar. Para combatir la energía emocional negativa, tanto la que proviene de los demás como de tus propias inseguridades y miedos, no hay nada mejor que crear y fomentar la confianza en uno mismo, para lo cual es necesario buscar continuamente razones para creer en tus potencialidades, habilidades y fuerzas.
9. Relajación. La relajación es fundamental porque nos permite aliviar las tensiones y evitar que estas se acumulen hasta el punto que lleguen a dañarnos. Es fundamental dedicarle un tiempo al descanso y la relajación, que actúan como la corriente de un río, arrastrando a su paso la negatividad.
10. Crean un entorno positivo. Por muy resistente y emocionalmente estables que seamos, si nos rodeamos de personas negativas, es difícil que no terminen contagiándonos. Por eso, es importante limpiar nuestro entorno y asegurarnos de que pasemos la mayor cantidad de tiempo posible con personas positivas, que nos aportan algo, no con personas que se lamentan continuamente, que son pesimistas y que explotan ante cualquier cosa. Piensa en tus relaciones interpersonales como en un jardín y cultiva solo aquellas que realmente te hacen sentir bien.
A tener en cuenta:
Algunas personas reaccionarán a la absorción de Energía Emocional Negativa con ataques de pánico, parálisis del sueño, depresión, estrés y ansiedad, atracones de comida y síntomas físicos imposibles de diagnosticar. Si sufres de un síndrome de fatiga crónico, es posible que padezcas de una sobrecarga emocional.
Esteban Crespo Almara.
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