La palabra Vipassana no tiene traducción exacta al castellano. Muchos maestros la han traducido como Visión cabal, o sea, una clase de observación esclarecedora que posibilita ver la verdadera realidad detrás de las apariencias. Esta visión supone trascender las interpretaciones y descripciones de la mente discursiva.
La meditación Vipassana puede ser practicada sentado y de pie:
Vipassana sentado
• Siéntate en la postura que estés más cómodo: postura del sastre, de medio loto, loto, zazen o sentado.
• La columna vertebral debe estar muy derecha, la barbilla algo recogida para que la nuca esté estirada.
• No dirijas la respiración, déjala fluir con naturalidad por la nariz, con la boca cerrada.
Observa como se produce este proceso sin intervenir en absoluto. Observa cuando te llenas y cuando te vacías, cuando entra el aire rozando las aletas de la nariz y cuando sale algo más caliente.
Nota si tu respiración es larga o corta, agitada o relajada, profunda o superficial. Intenta percibir ese instante de quietud en el que la inhalación llega a su fin y a la quietud antes de convertirse en exhalación.
En ese punto de equilibrio cuando la inhalación concluye para convertirse en exhalación o cuando ésta termina para convertirse en inhalación, es cuando todo se serena y encuentras la vivencia de tu ser.
• Para mantener la mente pendiente de la respiración, deja que todos los pensamientos que te llegan a la mente, salgan de ésta como el aire que respiras.
• También puedes contar las inhalaciones en ciclos de 1 al 10 con el fin de ir mejorando tu concentración. Al exhalar no cuentes. Te puede ayudar el visualizar el número cada vez que inhalas. Cuando exhalas borras la imagen del número. Si pierdes la cuenta por desconcentración, empieza a contar desde el principio.
• Alternativamente puedes llevar tu concentración al movimiento del vientre con cada respiración. Siente como el abdomen se hincha y como se contrae.
• Si te distraes o sientes alguna molestia en tu cuerpo, obsérvalo sin emitir ningún juicio ni análisis, sin entrar en el agrado o desagrado de lo que te ocurre. Luego vuelve, dulcemente a la concentración principal en tu respiración.
Vipassana de pie
• La postura para caminar es con la columna y la cabeza derechas, los brazos bien relajados, sueltos a los costados del cuerpo, permitiendo que se muevan con naturalidad.
• Antes de empezar a caminar, toma conciencia de tu cuerpo detenido y de cómo estás respirando.
• Luego toma consciencia de la intención de empezar a caminar, y a continuación toma consciencia de cada uno de los movimientos de cada pie: levantándolo, desplazándolo, haciendo contacto con el suelo y posándolo. Sigue paso a paso, concentrado en cada tramo del proceso de caminar.
• Cuando llegues al final del recorrido fijado, toma consciencia de la intención de detenerte; después, de la intención de girar y del giro mismo; más tarde de la intención de empezar de nuevo a caminar y de hacerlo con todos los detalles señalados anteriormente. Cuando desees parar, debes tomar antes consciencia de la intención de realizarlo, y luego detenerte.
Esteban Crespo Almara.
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